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Papillas para cuando tu bebé empieza a comer

06.04.2021

  • Recetas para niños
Estos consejos te ayudarán a introducir a tu hijo al maravilloso mundo de los sabores.
Tu bebé va creciendo. Seguro te has dado cuenta de que cada vez tiene más hambre y necesita mayor cantidad de leche para sentirse satisfecho... Y dentro de poco, la leche sola no le será suficiente. Su aparato digestivo ya estará listo para recibir otros alimentos que le aportarán los nutrientes que necesita para seguir creciendo y tendrá que empezar a probar comida más sólida. ¡Un gran paso en su alimentación! 

Como el desarrollo de cada niño es distinto, deberás conversar con el pediatra de tu hijo sobre cual es el momento adecuado para empezar a introducirlo al maravilloso mundo de los sabores.  Y, claro, deberás tener mucha paciencia, pues conseguir que un bebé acepte que le den la comida con cuchara no es tan sencillo. Tampoco lo es que se acostumbre a nuevos sabores y diferentes texturas. Como ya sabemos de sobra, todo requiere su proceso de aprendizaje.
 
Te dejo algunos consejos para que ese proceso sea más fácil para tu hijo y para ti:
 
Para la preparación de la papilla:
  • Mezcla 4 o 5 cucharadas de leche, materna o preparada, con una cucharadita de cereal. Elige los que son ricos en hierro, que es un elemento importante para el desarrollo de tu bebé. Empieza a darle papillas hechas con cereales con base de arroz, después de avena y cebada y, por último, de cereales mixtos de trigo.
  • Para empezar, prepara papillas de un solo cereal y dáselas durante dos o tres días seguidos, para que observes cómo reacciona. Así sabrás si le gusta y si le cae bien. Si tu bebé presenta alguna reacción alérgica, vomita o le da diarrea, debes contárselo a su pediatra.
  • Ajusta el espesor de la mezcla a lo que tu hijo pueda comer. Empieza haciendo las papillas aguaditas y, poco a poco, anda haciéndolas más sólidas. 
Para el momento de comer:
  • Para prevenir que tu bebé se atore, asegúrate de que esté bien sentado. Si aún no tiene edad para hacerlo, tenlo en tu regazo o acomódalo entre cojines. Nunca lo eches completamente, siempre debe estar ligeramente inclinado hacia adelante.
  • Para animarlo a comer la papilla, dale unas cucharadas y, después, dale un poco de leche. Así, se irá acostumbrando... y después de algunas semanas acabará comiéndose todo un biberón o tazón.
  • Enséñale cómo hacerlo. Ponte frente a tu bebé y muéstrale la papilla. Háblale de lo rico que sabe, intenta que la pruebe y felicítalo por lo bien que lo está haciendo.
  • Deja que tu bebé toque la comida y explore los sabores, olores y texturas. Seguro se va a ensuciar ¡o ensuciará todo el lugar! Así que, para que no tengas que hacer una limpieza profunda después, ponle un babero, cubre el suelo con un plástico y ten un trapo a la mano para ir limpiando.
Es muy importante que observes sus reacciones. Puede que te voltee la cara, cierre los labios con firmeza, frunza el ceño, empuje la papilla con sus manos o empiece a protestar... No te preocupes, son reacciones normales. Así que no lo fuerces, de repente no está preparado todavía. Intenta algunas veces más y, si sigue rechazando la papilla, deja que descanse de ese nuevo sabor por unos días.  
 
También, debes ir viendo cómo hace el proceso de la digestión. Si le da diarrea o estreñimiento consulta a tu pediatra. Lo ideal es que siempre converses con él sobre todo lo que sucede, pues es el especialista y conoce bien el desarrollo de tu bebé. Mis consejos, aunque van con mucho cariño, son solo sugerencias.

Comparto contigo la receta de una papilla muy rica y fácil de hacer. ¡Espero que a tu bebé le guste!