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Enséñale a tus hijos a ser agradecidos

03.09.2020

  • Educación
Aprovechemos la época navideña para enseñarles a nuestros hijos lo afortunados que somos
Una de las primeras palabras que enseñamos a nuestros hijos es "gracias". Cada vez que alguien hace algo por ellos, inmediatamente les preguntamos "¿Qué se dice?". Pero, ¿estamos seguras de que les estamos enseñando realmente a ser agradecidos y no a dar una respuesta en automático?

El agradecimiento va más allá de los buenos modales. Estar agradecido nos hace darnos cuenta de todo lo que tenemos y, al sentirnos afortunados por ello, aumenta nuestro bienestar.

Así que aprovechemos esta época navideña para hacer pequeñas cositas que harán que nuestros hijos se sientan agradecidos por todo lo que tienen. Así no se convertirán en adultos insatisfechos, todo lo contrario. Serán adultos agradecidos y gracias a esto se estresarán menos y aprenderán a manejar las situaciones difíciles con positivismo.

Aquí te cuento qué puedes hacer para practicar el agradecimiento en casa:

Detalles especiales para personas especiales. Tómense una tarde para hacer unas bonitas tarjetas de Navidad. En ellas, que tus hijos le agradezcan a quien las recibirá por algo específico. Algo como: "Gracias abuelita por cuidarme", "Gracias tía por llevarme al parque", "Gracias tío por enseñarme a jugar fútbol"... Deja que sean ellos los que piensen qué es lo que más les gusta de cada persona.

Agradéceles por su ayuda. Según la edad que tengan tus hijos, deja que te ayuden con algunas de las tareas de la casa y agradéceles por ello. Que sientan desde pequeños la satisfacción que da hacer algo por alguien y que esa persona se sienta feliz por esa acción. 

Realicen alguna buena obra a niños de su edad. Es bueno que tus hijos se den cuenta de lo afortunados que son al tener una familia, tener salud, poder jugar... Llévalos de voluntarios a alguna obra de bien social en la que puedan ver que no todos los niños son tan afortunados como ellos. 

Más momentos y menos regalos. En lugar de preguntarles ¿qué quieren de regalo?, pregúntales ¿qué quieren hacer hoy? Y vayan al cine, al teatro, cocinen o hagan alguna manualidad juntos. El tiempo que pasas con ellos es el mejor regalo que puedes hacerles y es de lo que se van a acordar siempre. ¡Y ellos aprenderán a valorarlo!

Tu ejemplo es muy importante. Habla con ellos de las cosas por las que estás agradecido y por las personas que están en sus vidas. Frases como "¡Estoy muy feliz de que hayamos podido visitar este lugar tan bonito!" o "¡Qué suerte que tienes de que tu tía te prepare tu plato favorito, y con lo rico que cocina!" los harán darse cuenta de lo importante que son esas pequeñas grandes cosas de la vida.

También, agradece siempre a todas las personas que hacen algo por ti todos los días y evita las quejas por lo que no tienes.

Que les cueste un poco. Que tus hijos sepan que no siempre van a obtener lo que desean, o que por lo menos, no será tan fácil. Si quieren un juguete nuevo, puedes enseñarles ahorrar sus propinas para poder comprarlo. 

Cuidado con la culpa. ¡Esto es muy importante! Evita frases del tipo "¿Sabes cuántos niños no tienen qué comer?", "Hay niños que solo juegan con palos y piedras y tú tienes un montón de juguetes". Esta táctica solamente los hará sentirse culpables y se pondrán a la defensiva. Y eso hará que terminen expresando enojo, no agradecimiento.